10 de Noviembre del 2015
Hoy las clases las inicio la maestra Faby, retomando la numeración,
por lo que ella había estado viendo anteriormente. Les pregunto los números salteados
y en orden, a través de las láminas que ya están en el salón.
Hicieron unos cuantos ejercicios para que evaluara, y me sirvió
para ver el conocimiento de los números que tenían porque yo planee en una
actividad para el día de hoy hasta el número diez, pero en vista de lo
observado considero que la modificare en cantidades pequeñas, en cuanto a Juan
Pablo, Sofía, Orlando, Mística, sé que conocen cantidades más grandes.
Sofía Camila nos platicó como le fue con el monstruo de las
emociones, menciono que se lo había llevado a casa de su abuelita y se lo había
presentado, que comió unos abrazos y después lo llevo a casa de su tía, se portó
bien y cuando llegaron a su casa se lo presentaron a su papá pero que lo quiso
tirar a la basura porque estaba feo, intervine y le pregunte que hiso ella, me
contesto que le dijo a su papa que no, en el salón comenzaron a hacer
comentarios de que probablemente Roky se sintió triste y ella menciono que no,
que Roky le platico que él se sentía a gusto con ella y muy feliz aunque también
le gustaría pasar tiempo en casa de otros niños; la maestra Faby comento que así
es que Roky tenía también personalidad como ella porque era muy noble.
Comenzamos después con la actividad “Yo investigue”, antes
de que ellos me platicaran lo que habían investigado, les enseñe unos videos
para que comprendieran más el tema, el primer video se les presento a los
animales y en que se clasificaban, los que eran carnívoros, herbívoros y omnívoros,
que vivían en diferentes lugares y que unos podían estar en casa y otros no
porque eran salvajes, el segundo iba relacionado a la canción del rey león el
ciclo sin fin, y mencionaron que en ese video salían puros animales salvajes. Supieron
diferenciar cuales comían carne y cuáles no, se les dificulta en saber que
animal come cada cosa, pero la mayoría los identifican. Los niños se mostraban
los recortes de los animales que habían investigado, decidí que pasaran al
frente y lo compartieran arriba de una sillita, de esta manera me resulto más
practica porque note que si ponían más atención a su compañero que si hubieran
compartido desde su lugar.
Mateo comenzó mencionando que el investigo de los
dinosaurios el que le llamo más la atención fue uno que tenía picos en la
espalda y comía carne pero estaba bien grande. Les pregunte si podía tener un
dinosaurio de mascota en la casa y me dijeron que no porque no cabía, Juan
Pablo y Orlando mencionaron que no porque ya no existen y Demían comento que
solo de juguete; así comenzaron a levantarse algunos a participar por voluntad
propia, como Sofía, Emiliano, Valeria, Gilberto, pero Ximena no quiso compartir
frente al grupo, después ella se acercó conmigo y me dijo las características de
los perros y que comen, pero nada más a tú me decía.
Después de unos cuantos comencé a preguntar que animales
podía tener en casa, ¿por ejemplo un pez? Y contestaron que si, después les
dije ¿una ballena? Y luego luego dijeron no!! Porque no la puedes poner en una
pecera, les dije: pero es un pez? Y Paloma me comento: --hay si maestra pero está
muy grande y no te cabe como con los dinosaurios—ah pero ¿un tiburón si puedo?
Les comente, a lo que me respondieron no maestra, porque te come la mano con
sus dientes afilados.
Se me hace curioso el cómo adquieren ellos ese conocimiento
o la lógica de las cosas a su edad, me gusta la simplicidad con las que te
dicen las cosas y lo que a ellos se les hace tan fácil todo.
Seguimos la actividad repartiéndoles una cartulina por
equipo, ellos deberían pegar de los recortes
que trajeran, en un lado los de la casa y en otro lado los que no podían vivir
en ella. Supieron trabajar en equipo, aunque Mateo estuvo algo intranquilo
durante la actividad, Demían no obedecía mucho las instrucciones y Orlando quería
pegar sus recortes juntos mientras que las niñas (María José, Alejandra, Ximena
y Paloma) querían ordenarlas por tamaños para que cupieran mejor en la
cartulina.
Regresando del receso, la maestra platico con ellos sobre los
juegos bruscos y pidió que ya no lo hicieran más, además realizamos actividades de relajación,
les conté el cuento de Agapito el pececito, los niños se mostraban atentos e
interesados en el cuento, más porque lo realice mediante dibujos que
completaban lo que estaba contando, pero ya no alcanzamos a colorear a Agapito,
porque quedaban diez minutos y la maestra prefirió hablar con ellos del tiempo
que desperdiciamos en llamarles la atención y repetir indicaciones, entonces
solo les puse la estrellita y elegimos quien se llevaría a Roky.
En la salida, la mama de Emiliano, se acercó para
comentarnos un incidente entre él y Gilberto, donde acordamos hablar el día de
mañana con ambos.
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