Al entrar el día de hoy los mismos niños de ayer
comenzaron a llorar de nuevo, pero hoy nos costó menos trabajo a la educadora y
a mí el controlarlos.
Para iniciar les pedí a los niños que de su
mandil sacaran unos lentes o unos binoculares para que me ayudaran a observar
el salón y con lo que podíamos trabajar, comenzaron a mencionarme algunos de
los materiales que veían o que tenían más a la vista, como los animalitos de
plástico, bloques, cosas para decorar, pinceles, entre otras cosas.
Paloma observo que arriba del pizarrón había
palabras (vocales) les pregunte quienes ñas conocían, o sabían cuál era alguna,
y ninguno las supo identificar, les comencé a ayudar a identificar desde la a
con el dibujo que venía arriba y así sucesivamente con las vocales.
La maestra Faby les contó un cuento al cual se
mostraron atentos y cuando la maestra pregunto, algunos niños demostraron su
participación, retuvieron algunas cosas del cuento y las hicieron saber.
Reconocieron
colores, nombres, y sucesos del cuento que les habían gustado o les habían
llamado la atención.
Ximena no quiso comer hasta el receso, tampoco
realizo las actividades junto con los demás compañeros, solo esperaba la hora
en que llegaría su mamá.
Al regresar del receso los niños se mostraban
impacientes por que ya llegara su mamá.
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