11 de Noviembre del 2015
Educar
es amar, cuidar con ternura y dedicación una semilla, con la ilusión que un día
dará sus frutos.
El
quehacer docente nunca termina, hoy desde que desperté me sentía rara,
diferente, después entendí que era porque ya había aventajado material de los
pequeños y era la sensación de no estar presionada. Amo lo que hago y en verdad
lo hago con dedicación, pensar desde antes en como harán las actividades y que
es lo que pueden lograr, las ocurrencias que tienen y las risas que te pueden sacar.
El
día de hoy comenzaron como Demían dijo, rapidito porque no nos alcanza el
tiempo y luego no hacemos tus actividades, retomando el cuento, para
platicarles a los que habían faltado les ayude con las imágenes, mientras las iba
sacando les ayudaba con algunas frases como: había un pez ¿que se llamaba?...
lo mostraba y los niños ya mencionaban lo que seguía, en esta actividad quien
más participó fueron Orlando, Sofía Hernández y Mística, también la mayoría del
grupo, pero de ellos fue de los que más me percate.
Hicieron
el pez, sugerí que lo hicieran con crayola, y ellos me hicieron caso, Ximena se
me acerco con un color azul y me dice –ete maeta?—le conteste que no, entonces
me enseña la otra manita con la crayola del mismo color azul y dice: --tú
queres de ete--, es a lo que me refiero con sus respuestas y comentarios
inocentes; Mateo al estar coloreando se acerca y me dice,: --por qué si dices
que es el mismo pez mi pez tiene esto de arriba más grande y en tres y tu oez
tiene cuatro espacios y uno es más pequeño—mi cara fue de asombro pues nunca me
percate de eso, lo que pasa es que yo realice el pez a pulso, no quise tomarlo
de las copias para hacerlo más grande y nunca me percate de esa parte. Le conteste
que porque mi pez había nadado diferente cuando lo dibuje, además que debían ser
diferentes, que lo hiciera como él se imaginaba que el pez era feliz.
Seguí
revisando las mesitas y se les notaba en sus caritas que el colorear es una
actividad que a ellos les gusta mucho, algunos les colorearon el mar, otros
dentro de la pecera y unos cuantos se concretaron a solo medio colorear el pez;
pase de nuevo por la mesa de mateo y me dice –hay maestra también se te olvido
ponerle a tu pez la aletita de abajo, porque todos en la mesita lo tenemos y tu
pez no—por eso yo digo que algunos son muy observadores, pero que más le puedo
hacer si en ese momento se me pasó, conforme iban terminando me lo daban y les ponía
comentarios y observaciones, les preguntaba qué era lo que más les había gustado
de Agapito el pez y de colorearlo con esos colores.
Intervinieron
unas doctoras del sector salud para darles información sobre como cepillarse
los dientes y la importancia de hacerlo, la maestra Faby compartió que se sabían
una canción para el cepillado, pero les dio pena y no todos la cantaron, les
dieron a los niños cepillos de dientes y pasta.
En
seguida de que salieron, la directora entro a hablar con los niños, debido a un
incidente que hubo donde se aventaron y uno de los niños salió lesionado,
entonces les pedía que no se aventaran ni corrieran en el jardín, que evitaran
los juegos donde se lastimaran y pidió que en realidad hiciéramos las guardias
donde nos correspondía, no porque hubiera pasado en la de nosotros, sino porque
a cualquiera nos puede pasar y debemos estar al pendiente. Cercaron esta parte donde ocurrió el incidente
con cinta de peligro.
La
maestra Faby retomo al grupo para explicarles que era lo que comía el pez y los
cuidados que se les tenían que dar, además de la selección de un nombre para el
pez, decidieron por cinco nombres y después de eso por votación el pez se llamaría
lunita.
Continuamos
con la actividad que había quedado pendiente el día de ayer ¿Qué número es?
Pretendí que en esta actividad trabajaran por equipo, cambie el material a
cuentas de colores, pedí que del número que yo les dijera ellos como equipo lo colocarían
en el otro molde que estaba vacío, para esta actividad, considero me faltó
claridad en las consignas, ya que no resulto exactamente como yo esperaba, la
maestra Faby también me menciono esa parte, de lo que observe los que más se
acercaron a un trabajo en equipo fueron Ximena, Orlando, María José y Alejandra.
Cuando
regresaron del receso platicaron acerca de la banda de color rojo que había donde
el niño se había caído y que varios del salón habían desobedecido a la
directora, de los cuidados que debían tener y la necesidad de hacer caso a las
maestras.
Después
de esa mini-charla la maestra Faby les puso a los niños unas canciones para que
bailaran en el salón y así nos fuimos al salón de música en donde tocaron
algunas canciones y ellos acompañaron al piano con las campanitas.
Regresando
al salón vimos quien se llevaría a Roky y a luna, además nos compartió Gilberto
que le había enseñado a Roky y que habían estado en todo momento juntos. Le pedí
a Emiliano que se llevara al monstruo por lo acontecido un día anterior, y a
lunita se la llevo Samantha, recordaron los cuidados de lunita y que la traería
hasta el viernes.
Cambiamos
a Roky de niño porque la mamá de Emiliano nos mencionó que no lo llevaría porque
van a hacerle unos estudios al día siguiente y le pasamos el monstruo a Ximena,
además si me interesaba que ella se lo lleve para ver si mañana quiere
compartir lo que hicieron juntos.
Le
pregunte a la mamá de Gilberto que fue lo que había hecho un día anterior con
el monstruo y mencionó que todo el día lo había abrazado porque le decía que el
monstruo necesitaba muchos abrazos, que se puso a jugar con él y lo trajo
siempre a su lado, menos para dormir, al principio si quería pero después le
dio miedo ya que sus hermanos juegan en el x-box a los zombies y a Gilberto le
da miedo, además duerme con luz porque le da miedo.
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